Matías Prats Jr: «Soy un periodista apasionado de la radio que trabaja en la televisión»
El periodista deportivo no siente presión por su apellido, pero sí responsabilidad.
Conoce sus límites y ha sabido abrirse camino en el mundo de la comunicación.

Avisa el periodista Matías Prats (Madrid, 1985) por Instagram de que llegará a la cita en cinco minutos. Es un jueves por la tarde de principios de abril y la temperatura no supera los 25 grados, la cita es en un bar situado al norte de Madrid, en una calle poco concurrida. No se hace esperar más y llega Prats. Viene vestido con una naturalidad que es indiscutible. No tarda en hacerse notar su cercanía, saluda y pide
perdón por el retraso. Servidos los refrescos y ya sentados advierte, entre bromas, que intentará estar a la altura.
El periodista español es uno de los rostros de la información deportiva de Mediaset en Telecinco. Apasionado del fútbol y el baloncesto se decidió por el periodismo deportivo: «yo era un enamorado del deporte y elegí esta fórmula para entrar en contacto con el medio», afirma. Comenzó su carrera a los 19 años en Radio Marca, siendo reportero, narrador y presentador de programas deportivos, y desde entonces lleva años en el mundo de la comunicación. Sin embargo, forma parte de una de las grandes sagas de la comunicación de España y todavía hay ocasiones en las que tiene que luchar contra la etiqueta de ‘hijo de’ e incluso la de ‘nieto de’. Y es que el presentador deportivo es hijo de Matías Prats Luque y nieto de Matías Prats Cañete, también periodistas.
Pero lejos de molestarle, le suelen decir Matías Prats Jr y no le pone pegas «que cada uno me llame como quiera mientras que tenga unos parámetros mínimos de veracidad que se acerque a mi nombre real», señala. Prats insiste en que se siente cómodo y que también es «para acortar y para diferenciarme de mi padre y de mi abuelo». «De hecho me suelen llamar Mati Prats, en la radio empecé así, era un
apelativo cariñoso», recuerda.
A pesar de ser hijo y nieto de «dos periodistas de bandera» no siente presión por su apellido y conoce sus límites «estoy en pleno crecimiento, en plena madurez como periodista, pero sé que a ellos no llego y entonces eso me quita mucha presión», reconoce. Pero sí que siente responsabilidad, «primero porque soy un tipo comprometido con mi profesión y luego porque creo que le debo mucho a ellos y no me gustaría cargarme el apellido», explica.
Es casi una obviedad que viniendo de la familia que viene no terminase entregado al mundo de la comunicación. El periodista supo que quiso dedicarse a esta profesión desde que tuvo uso de razón y aunque cree que esta es una «frase hecha» asegura
que en su caso «es cierta». «Soy un periodista de cuna, vocacional, y quise imitar desde muy pequeño los pasos de mi abuelo y de mi padre», confiesa. Desde los siete años nunca tuvo dudas y su padre tampoco «a mi padre empezó a hacerle gracia que su hijo sacara esa vena periodística tan acentuada desde niño», relata.
Sus mayores referentes han sido, por supuesto, su padre y su abuelo, pero el periodista manifiesta que trata de tener un estilo propio:
«Intento diferenciarme, no imitarles, porque eso solo redundaría en perjuicio de mi profesión y de mi trayectoria».
Además, cree que «en España pese a lo que diga la gente se hace muy buen periodismo». Y por eso, aparte de su familia, también tiene otros referentes. Referentes en la prensa escrita «admiro mucho a la gente que escribe bien y que es capaz de contar tantas cosas tan bien en tan poco espacio», y en la radio «hay un nivel estratosférico ahora mismo en la radio, Iñaki Gabilondo ha sido un espejo en el que también me he mirado», cuenta Prats. Señala que ahora ya no sirve solo con ser un buen periodista sino que «hay que saber transmitir y comunicar» pero, pese a esto, considera que «en este país referentes nos sobran». Unos referentes que hay que saber escoger porque como bien apunta «no todos valen».
El periodista ha trabajado tanto en televisión como en radio, ha tenido la oportunidad de ser redactor, presentador, comentarista…pero su verdadera pasión es la radio.
«Soy un periodista apasionado de la radio que trabaja en la televisión», confiesa. Tiene claro que sí tiene que elegir entre papá o mamá, elige papá, que es la radio. «Creo que la culpa es de don Matías Prats Cañete, de mi abuelo», declara. Según afirma Prats su abuelo «era un enamorado de la radio y me contagió mucho esa pasión», y revela que ha dedicado mucho tiempo a «estudiarlo» y a «escucharle».
En cuanto a sus orígenes el periodista se dio cuenta de que realmente le apasionaba esta profesión cuando tenía 17 años «me dieron una oportunidad en una radio pequeña en la Comunidad Valenciana, en un espacio de deportes de 10 minutos, y yo ya vi que eso era pasión», relata. Con esa ilusión, Prats empezó a abrirse camino en el mundo de la comunicación y ahora lleva mucho tiempo en la televisión, que le gusta mucho también:
«La radio es mi pasión pero es que la televisión tiene algo que te atrapa desde el primer momento».

Se considera un privilegiado por trabajar en los deportes de Mediaset «me dieron la oportunidad siendo bastante jovencito y no dudaron», cuenta. Sin embargo, ser un apasionado del deporte le ayudó a llegar hasta donde está ahora «no empezaba de cero, hay que trabajar muchísimo y ponerte delante de un micro, que no te tiemblen las piernas, ser un tipo con las ideas claras… pero sí me ayudó mucho saber de
deporte», explica.
«A mi me llena de orgullo trabajar en un transatlántico como Mediaset», dice Prats, que revela que «en los deportes nos dan absoluta libertad, valoro mucho tener la libertad de crear tu imagen y hacer las noticias de deportes con el sello que tu quieras imprimir».
Por otra parte, el periodista añade que el límite principal que le ponen en su trabajo «es el tiempo», dado que en Telecinco los programas de deportes «no son muy extensos». «Eso te encorseta un poco pero siempre intento ser muy polideportivo, no ceñirme sólo al fútbol y a la NBA», asegura el presentador. Sobre ser la cara visible de esta sección Prats afirma que «la cara la pongo yo y el criterio editorial es mío, sí que diría que tengo responsabilidad de ser un tío honrado, de no vender motos», y menciona que mientras presenta los deportes en el plato se encuentra prácticamente sólo «así que más me vale no fallar», advierte entre risas.
Por ahora, el presentador se queda en los deportes, pero si se lo proponen se pensaría dar el salto a los informativos «siempre me he intentado preparar, soy un tipo que intenta estar muy pegado a la actualidad», y recalca que «hay que estar preparado para lo que venga». También afirma con una gran sonrisa que «cuanto más polivalentes seamos los periodistas mucho mejor».
De la mano del deporte ha podido estar en Mundiales, Eurocopas, en la Fórmula 1, en torneos de Roland Garros, entre otros acontecimientos. Pero a pesar de estar contento con el deporte le gustaría probar otras cosas «me siento capacitado para improvisar, para dirigir un evento, una gala o una entrega de premios», afirma. No hay duda de que se arriesga y es que el día anterior a la entrevista Prats presentó en un teatro la película de Los tres mosqueteros «me sentí comodisimo, no me atenazaron los nervios, es verdad que lo llevo un poco en la sangre y ya tengo cierta experiencia», cuenta.
«Un tipo muy atrevido» es como él se define. Muestra interés por la cultura, el cine e incluso la política «me gustaría estar al pie del cañón, cubriendo un partido político o irme de gira con Feijóo o con Sánchez», revela. Y si bien nunca lo ha probado añade que «tampoco le haría ascos a una propuesta más ambiciosa, en un formato de entretenimiento, en un concurso cultural o algo relacionado con el cine».
Pero mientras eso llega, el periodista no descarta que el deporte, aunque sea su principal pasión, le acabe cansando en un futuro:
«No sé si me veo en 20 años hablando del Madrid, del Atleti, de Nadal… Me gustaría probar otros formatos, soy muy inquieto», reconoce.
Gracias a esa valentía que le define ha llegado a escribir una novela, El futuro que olvidaste, que le ha servido para «aprender como vive un escritor» y para salir de «la zona de confort». «Nunca me había planteado ser escritor porque yo pensaba que no tenía la categoría suficiente», confiesa, y apunta que «hay que tener mucha preparación y disciplina, que a mi me ha faltado, he sido un poco caótico en la escritura». Asegura que esta experiencia le ha servido para «conocerse a sí mismo» y para «evolucionar», pero tras tomarse unos segundos termina de añadir «creo que la novela no quedó del todo mal, el público ha respondido razonablemente bien y estoy contento pero insisto no es lo mío, no es mi profesión. Los escritores para mí son de otro nivel».
Además de centrarse en su carrera profesional como periodista, también ha sido emprendedor. «Hace unos años monté un centro de estética y belleza en la calle Juan Bravo», cuenta, y por ello expone que tampoco se cierra «si surge una nueva oportunidad empresarial o de negocios».
Y aunque no suele hablar sobre la otra parte de su carrera, su faceta de profesor, Prats revela que lo lleva haciendo muchos años en universidades privadas «intento transmitir todos los conocimientos que tengo, más mi pasión y mi experiencia». Esa es una de sus motivaciones durante el año pero, visto lo visto, Matías Prats no se va a quedar quieto y abrazará los retos que le vengan en el futuro.


Redacción & entrevista: Camila Mora Ocampo
Fotógrafa: Amanda Gómez Gómez
Camila Mora
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